Estación del Mediodia. De camino. Maria no llega

Una piedra arrojada a un estanque provoca ondas concéntricas que se ensanchan sobre su superficie, afectando en su movimiento, con distinta intensidad, con diversos efectos, a la ninfa y a la caña, al barquito de papel y a la balsa del pescador. Objetos que estaban cada uno por un lado, en su paz o en su sueño, son como reclamados a la vida, obligados a reaccionar, a entrar en relación entre sí. Otros movimientos invisibles se proagan hacia el fondo, en todas direcciones(...)
Igualmente una mancha, un color, un punto, un gesto, una línea, lanzada al azar en la acuarela, en el soporte, produce ondas superficiales y profundas, provoca una serie infinita de reacciones en cadena, implicando en su caida sonidos e imagenes, analogías y recuerdos, significados y sueños, en un movimiento que afecta a la experiencia y a la memoria, a la fantasía y al inconsciente , complicándo el hecho de que la misma mente no asiste pasiva a la representación, sino que interviene continuamente, para aceptar y rechazar, ligar y censurar, construir y destruir

1 comentario:

  1. IMPRESIONANTE!!! He tenido la suerte de ver esa primera mancha sobre la que has realizado la acuarela y me ha resultado fascinante como poco a poco ha ido tomando forma hasta convertirse en algo realmente lleno de energía y vida. Cada color, cada mancha, cada linea, cada gesto... se han ido fusionando de manera casi mágica para crear una sinfonía perfecta, que despierta todos y cada uno de nuestros sentidos.

    Das vida propia a cada color que duerme en tu paleta, creando con el agua y tus pinceles verdaderas danzas químicas de pigmentos. Cada pequeña mancha forma parte de un TODO unificado por tu única y exclusiva manera de sentir la acuarela.

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